Violencia en Sinaloa agrava crisis de mano de obra en el sector agrícola
El temor generado por la creciente inseguridad afecta la producción de hortalizas en el Valle de Culiacán.
Culiacán, Sinaloa – La creciente ola de violencia en Sinaloa ha comenzado a mostrar sus efectos en el sector agrícola, especialmente en la producción de hortalizas. Enrique Riveros Echavarría, presidente de la Asociación de Agricultores del Río Culiacán, alertó sobre el impacto que la inseguridad está teniendo en la disponibilidad de mano de obra, lo que está dificultando el desarrollo de las cosechas en diversas zonas del Valle de Culiacán.
De acuerdo con Riveros Echavarría, el temor por la inseguridad ha provocado una baja considerable en la llegada de jornaleros a las zonas agrícolas, situación que está afectando los ciclos productivos y poniendo en riesgo la estabilidad económica de los agricultores. “Estamos batallando con esto. Algunos jornaleros llegan, pero no todos, y luego de unos días o una semana llegan otros. Los productores se ven obligados a adaptarse a esta inestabilidad”, explicó el dirigente.
El líder agrícola detalló que, aunque la situación ha mejorado ligeramente en las últimas semanas, el miedo por la violencia sigue siendo un factor que limita la influencia de los trabajadores. “El flujo de periodistas ha disminuido considerablemente. Tienen miedo de venir, pero poco a poco la situación se ha ido resolviendo”, añadió.
El impacto ha sido más severo en cultivos de hortalizas, uno de los productos agrícolas clave para la región. Las constantes ausencias y el temor de los trabajadores están creando un ambiente de incertidumbre entre los productores, quienes se preocupan por el futuro de las próximas cosechas y el posible incumplimiento de los compromisos comerciales.
Riveros Echavarría también destacó que esta problemática no solo afecta a los agricultores, sino que tiene repercusiones en toda la cadena productiva y de suministro. “Cuando la mano de obra escasea, toda la producción se desacelera, afectado no solo a los productores, sino también a los mercados locales y nacionales que dependen de nuestras cosechas”, explicó.
El dirigente hizo un llamado a las autoridades para que refuercen la seguridad en las zonas rurales y brinden garantías tanto a los productores como a los trabajadores del campo. “Es fundamental que se garantice la seguridad en las áreas agrícolas, para que los jornaleros puedan realizar su trabajo sin temor, y los productores puedan cumplir con sus metas productivas”, puntualizó.
La situación en el Valle de Culiacán es un reflejo del desafío que enfrenta el sector agrícola en Sinaloa, donde la violencia no solo impacta en el ámbito social, sino también en el económico. Mientras no se logre restaurar la seguridad en las zonas rurales, la producción agrícola seguirá enfrentando obstáculos que ponen en riesgo su estabilidad y crecimiento.