El Centro de Desarrollo Comunitario Francisco I. Madero (DIF-CDMX), localizado en el cruce de las calles Mixtecas y Topizin en la colonia Ajusco, cerró sus puertas este viernes. Los trabajadores demandan que el área jurídica del Sistema DIF intervenga para investigar los hechos de violencia física, moral y verbal que han sufrido desde febrero de este año.
Según las denunciantes, las agresiones comenzaron en febrero, afectando a alrededor de 20 miembros del personal. A pesar de haber notificado a Natalia Guadalupe Álvarez Guzmán, responsable del centro, no se ha recibido ninguna respuesta efectiva por parte de las autoridades. Ante la falta de acción, los trabajadores solicitaron apoyo al Sistema DIF, y el 19 de julio algunos funcionarios se comprometieron a que el área jurídica tomaría cartas en el asunto. Sin embargo, hasta la fecha, no ha habido seguimiento.
El centro, que atiende a la población abierta y cuenta con un jardín de niños y una secundaria, se vio obligado a suspender actividades. A las familias afectadas se les pidió comprensión, pues el personal considera insostenible trabajar en estas condiciones. Los trabajadores relatan que los agresores han llegado a colocar mantas difamatorias, acusando falsamente a un profesor de abusar de menores y a una maestra de causar la muerte de una persona atropellada. Estas acusaciones infundadas han incrementado la tensión.
La situación escaló aún más cuando una de las maestras fue golpeada al salir a realizar una tarea rutinaria fuera del centro. La maestra no presentó la denuncia correspondiente, lo que exacerbó la preocupación entre el personal, que siente que trabaja en un estado de total indefensión.
Las trabajadoras del centro advierten que si las autoridades no cumplen con su compromiso de enviar personal jurídico e investigar las injurias y la violencia denunciada, el paro podría continuar indefinidamente, ya que no hay garantías de seguridad para el personal.